Hay gente que para ser feliz sólo necesita lujos innecesarios; un año sabático en el Caribe, un chalet en la Costa Azul o siete pares de Manolo Blahnik's. Ella se conformaba con lo más simple. Su pequeño apartamento en el Bronx, una cena romántica con vino y comida china, un masaje en los pies y un ''te quiero'', tal vez dos. Los viernes de noche toca cine, los sábados por la mañana se sientan en el banco de la acera de enfrente, a comer algodón de azúcar. Las noches del sábado se las pasan en la habitación sudando. Y los domingos por la mañana, observándose el uno al otro en la cama. Los lunes ya es otra historia. Es un ''hasta el viernes''. Tienen vidas distintas. Pero lo que es más grave es que tienen miedo de quererse, porque piensan que un día de estos se van a enamorar locamente el uno del otro y que no acabará bien. Malditos ilusos.
Buenas noches. ♥
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