miércoles, 30 de marzo de 2011

Al amante desconocido

Igual existes, igual no eres más que un producto de mi imaginación. ¿Tú que crees?
Tienes la mirada más penetrante que nunca a nadie se le podrá pasar por la cabeza. Con ella, eres capaz de taladrar los muros más imponentes y los corazones congelados. Consigues que las sonrisas aparezcan. Si pones carita de pena, nadie se te resiste. Prueba a guiñar un ojo, ¿acaso no notas como me fallan las piernas? Eh, bonitos labios carnosos. ¿Me dejas morderlos? Saben muy dulces, como el algodón de azúcar. Sácame la lengua, te la morderé, y luego te la curaré. No necesitas de perfumes ni colonias. Desprendes el mejor aroma del mundo. Déjame acercar la nariz a tu cuello, el olor es tan intenso... Es imposible describirlo. Es imposible capturarlo en un frasco de cristal. Me pasaría las tardes lluviosas jugando con tu pelo entre mis dedos. Y las soleadas tambien. Toca esa canción que tanto me gusta. Con eso me tienes ganada. Sabes en qué parte del cuerpo besarme para que empiece a sentir calor, mucho calor. Cógeme por la cintura. Yo te agarraré el cuello. Y te desnudaré, me meteré contigo en tu cama, y pasaremos horas y horas abrazados... piel con piel. Sintiendo tu calor. Y tú el mío.

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