Lo mejor de mí

Sé que soy muy repetitiva. Si le echais un ojo a mis X textos anteriores, vereis que escribo en casi todos de la misma persona. Os diría que lo siento, pero no es así. Podría escribir sobre el rumbo que llevan las nubes que pasan por encima de mi casa, sobre el color del cielo al amanecer y al anochecer, y sobre las pecas que tiene mi madre en la cara. Pero, la verdad, no tendría ningún tipo de sentimiento (Salvo describiros lo bien que le sientan a mi madre las pecas, o lo bonito que es vislumbrar con mi hermano los anocheceres tumbados en el jardín. Puede que mañana escriba algo sobre eso, algo diferente.) ¡Dejadme! Dejadme vivir en el estúpido estado del enamoramiento. Dejadme que por unas semanas lo vea todo de color de rosa. Dejadme que llene mi corazón con esperanzas. Ciertas o falsas, no me importa. Dejadme que un simple recuerdo me haga tener una sonrisa pintada en la cara, todo el día. Dejadme, por una vez, vivir de una ilusión. Dejadme decir que tengo todo el tiempo del mundo para esperarle, y dejadme deciros que todo ese tiempo sería poco.