miércoles, 29 de junio de 2011

Cantando Sweet Home Alabama

¿Sabeis qué odio más que la monotonía? La monotonía en verano. Tenemos todo el tiempo del mundo. Por fin podremos arrancar pétalos de margarita por las noches y contar ovejas durante el día. Démosle la vuelta al reloj. Durmamos en la playa, bañémonos en el mar, revolquémonos por la arena. Contemos historias de miedo a la luz de una hoguera hecha de recuerdos. Olvidemos los malos momentos. Coge un Mojito, o una botella de Vodka, es lo mismo, y ponte a cantar. Pero bien alto, no pasa nada si cantas mal. Yo canto mal y me encanta. Planeemos una escapada a un bosque. Un bosque secreto, que no lo conozca nadie. Perdámonos en la oscuridad. Cojamos un tren y vayamos a una ciudad desenfrenada. Conoceremos a guiris de metro noventa, pelo alborotado y ojos claros. Nos follaremos a uno cada noche. ¿Quién necesita novios? Al final desconfías de todo el mundo. El verano está para que todo te importe nada, para no preguntar el por qué de las cosas. Para buscar más que respuestas. Bañate en la piscina conmigo a las 5 de la madrugada, rompamos un extintor, activemos la alarma de incendios de un hotel, yo que sé. Hay tantas cosas que hacer, que a veces deseo hacerme la muerta en el mar, y cerrar los ojos, escuchando el susurrar de las olas. Señores, esto es verano, manden de viaje a sus preocupaciones, y suéltense la melena.

1 comentario:

Raquel dijo...

acampamenos en un prado, bailemos hasta que nos duelan los pies!