lunes, 25 de julio de 2011

Heridas de bala

Yo te lo diré. Es más abstracto que lo indescriptible. Es algo tan efímero que no puede durar más que un suspiro. Más complejo que la mecánica del des/amor. Es algo más que una sonrisa. Y puede que más que una lágrima. Es el zapato de cristal que se rompe en pedazos y el sapo que nunca es besado por su princesa. Es luchar por unos ideales, una fotografía que te cuenta mil historias, la última calada de nuestro último cigarro. Es un vicio que nunca será saciado, inconfesable. Es tener un motivo por el que vivir. Pero, sobretodo, tener uno por el que morir. Es abrazarse a alguien para siempre. Es coger la maleta y largarse lejos, muy lejos. Es darle un mordisco a la manzana envenenada y beber de la poción peligrosa. Es ver un rayo de felicidad en unos ojos que no han visto más que dolor. Es un frenesí, es una historia sin principio. Una melodía improvisada. Es no cantar al compás de la partitura. No hay poesía sin rebeldía. Es no buscar motivos. Es luna llena sin luna. Es el caos estructurado. Ojalá nuestras vidas fueran algo más que un vals que termina a medianoche.

1 comentario:

Anónimo dijo...

cuanto te echaba de menos por aquí, y me mataste con la poesía sin rebeldia, vaya pasada, me ha encantado de verdad.
hoy te veré, que hay ganas(L)