sábado, 3 de septiembre de 2011

PREPARADOS, LISTOS... YA

Te dan una mano, te dan el brazo, te lo dan todo. Y tú coges y no te agarras a nada. Haces que tu caída al vacío sea directa, sin ramas a las que aferrarte. ¿Eso es inteligente? No, no lo creo. Pero bueno... Parece que estar de moda no querer ayuda. ¿sabeis lo que también se lleva ahora? No confiar en la gente. Sí sí, sobre todo en esa gente que te ha demostrado muchas cosas. Que te ha demostrado día tras día, que eres una persona muy importante en su vida. Y, ¿cómo te lo agradecen? Soltando palabras por su boca que, como serpientes, se deslizan hacia tus oidos, y los hacen sangrar, al igual que a tu corazón. A mi siempre me han enseñado que debes confiar en poca gente, pero confiar, con todas las letras. Vamos aver, esque alguien que te demuestra que se cortaría un brazo, que lo daría todo y más por tí, creo yo que se merece toda tu confianza. Pero, como siempre, no es suficiente. ¡Sigamos desconfiando de las personas que más nos quieren! ¡Sigamos pensando que hacen las cosas para jodernos! Qué más da. Al fin y al cabo, sólo somos personas, no tenemos sentimientos, que va. Pero, ¿qué quereis que os digan? Yo ya no confío en nadie. Ya no voy a hacer nada por nadie, porque estoy cansada de que la muestra de interés no sea mutua. Ayer, leí en algún sitio, que a X le gustaría echar a correr, para ver cuánta gente le sigue, y cuánta se queda en el sitio. A día de hoy, si yo lo hago, estoy segura de que más gente de la esperada se quedaría plantada sin mover un sólo dedo. En fin... Podrán decir que fracasé, pero nunca que no lo intenté.